En un intento tardío y abrupto por detener a Donald Trump, Ted Cruz y John Kasich sellaron la semana pasada una alianza que puede haberle dado la estocada final a sus candidaturas.

El acuerdo fue sellado el poco antes de las primarias de en los cinco estados el corredor de Acela en el noreste de los Estados Unidos. Los dos candidatos que todavía compiten con Trump acordaron  dividir sus esfuerzos en tres estados: Mientras Kasich suspendería su campaña en el  Indiana, Cruz el senador por Texas, haría lo propio en Nuevo México y Oregon. La intención de los dos contrincantes, ya sin posibilidades matemáticas de obtener una mayoría de los delegados,  fue maximizar el potencial para negarle a Trump la mayoría de los delegados que necesita para una nominación directa.  Indiana, que tendrá sus primarias  mañana 3 de mayo, es el botín más importante porque el estado  asignará la totalidad de sus 57 delegados al ganador de las primarias.

Empezando a un nivel intuitivo, el pacto parece ajustarse al mensaje de los candidatos. Kasich ha sobrevivido hasta el momento presentándose cómo el único aspirante con un mensaje positivo y ahora se presta para plan maquiavélico en contra de alguién más (sin importar que Trump se lo merezca). Para Cruz, quién ha exigido a Kasich numerosas veces que se retire de la contienda, el pacto  significa darle legitimidad a su opositor aguafiestas  y de  paso meterse bajo la misma cobija con un moderado, lo que constituye una blasfemia en su visión absolutista del mundo.

Muy pronto los candidatos mostraron sus dudas acerca de la alianza. Kasich afirmó al día siguiente de el anuncio que sus simpatizantes en Indiana todavía deberían votar por él y que el convenio solamente implicaba que la campaña no usaría recursos en el estado. Cruz por su parte definió el pacto como el único modo de detener a Hillary Clinton en Noviembre sin admitir que se trataba de un complot contra Trump. Para ser exitoso, el pacto de los dos contrincantes pide a sus votantes apoyar a un candidato completemente diferente. Es difícil imaginar a un seguidor del moderado  John Kasich  apoyando a el ultraconservador Cruz.

La estrategia de la atípica alianza  es común de los shows de televisión reality. Es el momento en Survivor cuando los participantes más débiles conspiran para eliminar al más fuerte. Por desgracia para los dos conspiradores de marras, Donald Trump se ha especializado en los reality shows por más de una década. Trump presentó la alianza en su contra como una prueba incontrovertible para su narrativa de que el sistema político está amañado en su contra. El billonario desató una tormenta de tuiteos llamando a la alianza una medida desesperada que muestra la verdadera naturaleza tramposa de sus contrincantes.

Además de la especulación, hay evidencia numérica de que el pacto pudo tener el efecto contrario al esperado.  Trump barrió en las primarias del corredor de Acela el pasado martes 26 de abril. Una mirada más atenta a los márgenes de victoria revela que sus triunfos fueron más enfáticos de lo esperado según las encuestas preliminares:

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El porcentaje final en el voto para el newyorkino superó en cada caso lo predicho por los sondeos de opinión. Para sus rivales debe ser especialmente preocupante que el apoyo al mogul superó en todos los estados el 5o% de la votación, lo que pone en duda las críticas que asumen un tope en el respaldo a Trump que nunca le  permitiría alcanzar una mayoría en su partido.  Después de su barrida la semana pasada Trump necesita menos de el 50% de los delegados restantes para obtener la nominación directa.

Las encuestas en Indiana también parecen  parecen reflejar el efecto reverso de la conspiración contra Trump. La última columna en la tabla muestra el porcentaje de ventaja para el billonario que básicamente se disparó desde la semana pasada:

RealClearPolitics - Election 2016 - Indiana Republican Presidential Primary02231

El resultado final probablemente habría sido el mismo sin el desafortunado complot, pero la idea desesperada puede haber acelerado el desenlace de la trama. Cruz y Kasich se encadenaron el uno al otro con pesados grilletes en un barco que se hunde.  Si los sondeos son acertados- y lo  han sido en la gran mayoría de este ciclo-, sus campañas no tendrán argumentos para continuar después de la derrota en Indiana.